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viernes, 4 de marzo de 2011

¡Vamos! Yo se que puedes



¡Vamos!¡ Levántate!¡ No te rindas! ¡Yo se que puedes, se que eres fuerte Sara, que podrás aguantar todo lo que te intente undir, y que jamás harás caso a lo que intente cambiarte o a los que intenten cambiarte! Después de mas de diez intentos fallidos, cojí impulso, puede que demasiado, puede que muy poco, puede que muy alto, puede que muy bajo, inclinado, vertical, perpendicular, paralelo... Pero salté.
Con decisión, con firmeza y seguridad, con Independencia y orgullo, salté.
En aquel momento me sentí capaz de hacer cualquier cosa que se me pasase por la cabeza, me sentí el dios de toda una religión, me sentí algo en lo que creer, ¡Me sentí capaz!
Apoyé el peso atrás, como estaba previsto, deslicé... y ... ¡caí! Una vez mas me caí, pero gracias a todas esas caídas ahora puedo impresionar al publico con mis trucos, con mi vida.
Al día siguiente no me rendí, las once y media de la mañana, me puse mis patines, y me puse en marcha a mi propósito.
Una vez allí repetí todas las acciones del día anterior, y el anterior, y el anterior...
Pero me dí cuenta de que me fallaba algo, siempre erraba en lo mismo, pero no me daba cuenta, así que me senté, reflexioné, descansé. ¡YA LO TENGO! Puede que sea que he encerado poco el cajón donde voy a grindar...
Prové, le puse mas cera, pase mi vela amarilla mas de quince veces sobre la superficie, pero seguía fallando.¡ No se que porras puede ser! Gritaba ya desesperada.
Sin ganas, ya sin esperanzas de lograrlo, salté, con decisión, preparando la postura de los pies y
echando el peso en el patín trasero. Salí del cajón,  pero... ¡Espera! ¡Lo he conseguido! Pues vaya fiesta la que iba yo a montar, mi primer grindada fue especial para mi, como espero que lo sea o haya sido para todos los rollers del mundo, por que grindar es superarse a si mismo y aprender de sus errores.

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